Al centro del circulo una olla de barro con una vela encendida al centro que nos invita a reflexionar sobre el todas somos una, un mismo Útero, una misma energía, donde se condensa el amor, la pasión, la empatía, la felicidad y la plenitud de ser mujer, esa luz dual hombre/mujer de la vela que es nuestro espíritu sagrado femenino que danza desde el útero sobre el gran útero de Gaia, y que representa también a la energía del sagrado masculino penetrando y sembrando la luz divina en el vientre de la mujer con esa chispa divina en el sublime acto de hacer el amor y gestar vida. Es ahí donde radica el misterio de los círculos de mujeres el aprender a trabajar en unión, con paciencia y amor descubrir toda la fortaleza y el poder que poseemos pero no para estar por arriba del hombre si no para juntos conectar el fuego sagrado en el útero divino y juntos sanar, por que cuando las mujeres sanan, sanamos también al hombre y cuando hombre y mujer sanan…Sanan también el linaje paterno materno y sanan también a la madre Tierra en el sublime acto del amor en respeto, en libertad, en amor en complicidad.
A encender ollas de barro y conectar con nuestra esencia y con el sagrado masculino.
Oriana
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